Preparémonos para el gran paso a la universidad
Hola a todos, mi nombre es Kevin
Alejandro Figueroa Moreno y actualmente curso el grado once. El tema
del que les quiero hablar hoy es algo muy común entre los estudiantes de once
grado y que en algún momento a todos nos ha pasado por la cabeza. Como ya
sabemos, estamos a solo unos meses de culminar el año escolar. Motivo por el
cual imagino que todos deben estar contentos y entusiasmados, incluyéndome
claro. Pero al saber que estamos a poco tiempo de terminar esta etapa me hago
una pregunta: ¿Y después de esto qué viene?, ¿acaso nos vamos a quedar solo con
el título de bachiller? Personalmente creo que no es suficiente ser bachilleres
en un mundo que está en constante
desarrollo y que cada día exige más. Lo que significa que para poder triunfar necesitamos
ser más competentes y aprender más cosas nuevas. En otras palabras, debemos superarnos
aún más. Pero para satisfacer esta necesidad nos espera una nueva etapa que
tendremos que afrontar si queremos lograr este objetivo. Y esta etapa es la vida
universitaria.
Sé
que todos pensamos que la universidad no será cosa fácil, y que iniciar será
muy difícil. Les recuerdo que nada es fácil en esta vida, al menos nada que
valga la pena. Para darles un ejemplo de esto quiero hablarles sobre mi primer
día de escuela. Cuando supe que por fin iría al colegio me sentía entusiasmado.
Imaginaba cómo sería el salón de clases, quién sería el maestro o quiénes
serían mis compañeros, en ese momento me invadía la curiosidad. Pero cuando pensaba
que todo sería bonito como lo había imaginado, llega el momento en el que mi
padre se va. Y no estaba acostumbrado a separarme de mis padres por tanto
tiempo. Recuerdo que en ese momento me asusté tanto que comencé a llorar y
cuando supe que mi padre no volvería sino hasta que acabaran las clases decidí
aguantar y superarlo. Los primeros días no fueron nada fácil, tuve que superar
mi miedo y ver a personas desconocidas todos los días. Pero después de un
tiempo terminé adaptado a la vida escolar.
Cuando
recuerdo esta experiencia, pienso que no debe ser tan distinto con la
universidad. Al entrar por primera vez es inevitable que sintamos algo de
miedo. Y no está mal asustarse. Lo importante es saber si estamos dispuestos o
no a superarlo y seguir adelante ya que depende de nosotros dar el primer paso,
siempre confiando en nosotros y en nuestras capacidades para poder tener un
buen inicio o de lo contrario no podremos soportar el cambio y nos veremos
forzados a abandonar la universidad acabando así con nuestros sueños. No hay
que preocuparse si no hacemos amistades al principio. Pues si tenemos confianza
las amistades llegarán tarde o temprano. Así que solo tenemos que atrevernos y
lo demás ya lo veremos cuando estemos adentro.
Ahora
quiero que recordemos todo lo que hemos vivido desde ese primer día que
entramos hasta hoy. Recordemos todos esos recreos y horas libres en los que
gozamos grandes momentos de diversión con nuestros amigos, todas las despedidas
tristes que tuvimos que hacer y todos los amigos que hicimos en el camino.
Todos esos momentos que hoy solo viven en nuestra memoria y que vivirán por
siempre en nuestros corazones. Así es, han sido casi once años en los que hemos
tenido experiencias inolvidables, en los que aprendimos muchas cosas valiosas y
creamos amistades como ningunas. Algunas veces también hemos tenido fracasos y nos
decepcionamos incontables veces pero a pesar de eso nos hemos levantado para
seguir adelante y superarnos y es por eso que hoy estamos aquí.
Como
había dicho antes, con la universidad no será muy diferente. En ella tenemos la
posibilidad de crear nuevos momentos inolvidables o incluso revivir momentos de
nuestro pasado en el colegio. Al entrar a la universidad tenemos la oportunidad
de ser quienes queramos y de actuar como queramos, también tendremos la
oportunidad de conocer a personas de todas partes y crear amistades únicas.
Suena bien verdad. ¿Y por qué no lo intentamos a ver qué tal?
Quiero decirles que estoy eternamente agradecido con mis maestros, mis padres y
con todas las personas que me enseñaron todo los que hoy sé y me dieron todo lo
que hoy tengo. Nunca olvidaré de dónde vengo, pero sinceramente no puedo
quedarme ahí. Siento que aún queda mucho conocimiento que tengo que aprender y
muchas cosas que aun puedo tener. Así que no puedo quedarme siendo solo un
bachiller, de ese modo nunca podré cumplir mis metas y deseos. Necesito escalar
más alto, sé que puedo ser mejor de lo que soy y no pienso limitarme.
Ahora
quiero pedirles a todos ustedes un favor: quiero que nunca se conformen. Sé que pueden superarse si se lo proponen. No
dejemos que el miedo sea más grande que nuestras ganas de avanzar. No llegamos
hasta aquí solo para rendirnos a la mitad del camino, somos más que eso.
Vinimos a este mundo para ser triunfadores. Solo tenemos que atrevernos a dar
el primer paso y algún día seremos mejor que esto.
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